En época de incertidumbre económica, donde los porcentajes de Euribor se disparan o no hay certeza de que se mantengan estables durante los próximos años, muchas personas se preguntan si es una buena idea una hipoteca a tipo fijo hoy en día. ¿Te gustaría saber la respuesta? Ponte cómodo, porque en la siguiente publicación analizaremos cuándo te conviene contratar un préstamo hipotecario fijo.
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¿Qué es una hipoteca fija?
Es una hipoteca donde la tasa de interés siempre será la misma. La cuota no variará, independientemente de agentes externos, como la inflación y los cambios en la cotización del Euribor.
Todo lo contrario a las hipotecas variables que toman como referencia al marcador europeo para los intereses bancarios y cambian en el tiempo de duración del préstamo según las variaciones del índice.
Por ejemplo. Digamos que vas al banco a pedir una hipoteca. La entidad te dice que sí, pero cobrará un 5% de cuota de intereses fijo por 15 años. Por los próximos años, además de la amortización del capital, tendrás que pagar un 5% extra.
A simple vista suena bien, ¿cierto? Una tasa que no cambia con el pasar de los años. Sin embargo, la práctica dice otra cosa. Y es que las hipotecas, préstamos y créditos fijos suelen ser más complicado de lo que suenan debido a que, por ese porcentaje invariable, las entidades aprovechan para blindar las condiciones del producto financiero, añadiendo elementos como: menos tiempo de capitalización y tasas de intereses nominales más altas. En otras palabras, terminarás pagando más dinero en menos tiempo.
¿Vale la pena una hipoteca fija?
Lo mencionado en el apartado anterior es clave a la hora de contratar hipotecas variables y fijas. ¿Vale la pena pagar más dinero en menos tiempo a cambio de seguridad y tranquilidad futura en términos de cuotas de intereses? O ¿Mejor arriesgarse a cancelar menos intereses y que las tasas bajen con el pasar de los años?
Por supuesto, la realidad de cada persona o familia es diferente. Pero, cuando analizamos hipotecas, solemos analizar algunas variables que nos ayudan a elegir el mejor tipo de préstamo hipotecario. En el caso del fijo, es la mejor opción si todo indica que las tasas del Euribor terminarán subiendo durante los primeros del préstamo, que es cuando realmente se pagan.
La banca española utiliza el sistema francés para las hipotecas variables. Implica que, durante los primeros meses, se pagarán la mayor parte de los intereses y poco del capital. Luego, a medida que pase el tiempo, se pagará más capital y menos cuotas de intereses.
¿Qué significa esto? Que sí, el Euribor se encuentra disparado durante los tres tercios del préstamo hipotecario, y no parece que vaya a bajar en poco tiempo, puede que te convenga escoger una hipoteca fija, ya que los costes por conceptos de intereses hipotecarios serán menores, al menos durante los primeros años.
Esto sucedió, por ejemplo, durante la pandemia, donde el Euribor llegó a cotizar en el 4% para el año 2022, cuando generalmente cotiza a 2%. Aquí sí valía la pena hacer una reflexión y analizar si la hipoteca fija era mejor opción.
De resto, si el Euríbor va en baja y tienes una buena tolerancia al riesgo, puede que las hipotecas variables sean mejor opción.
